Los QUECHUAS


Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile

ÍNDICE

Grupo lingüistico: Quechua
E
l quechua, aunque deriva del aymará, es una lengua más evolucionada, porque durante el imperio Inca se fueron incorporando a ella nuevos términos y variaciones fonéticas (arawacas y otras). La lengua de los incas afianzó aún más su presencia en el Altiplano durante el periodo de la colonización española, ya que los españoles la utilizaron para sus relaciones con los habitantes andinos, sin diferenciarlos de su origen y por tanto, sin tener en cuenta las diferentes lenguas de estos pueblos. Es el idioma indio que más se habla en el continente americano, es una lengua llena de riqueza y muy imaginativa, con palabras que describen sensaciones muy complejas, observaciones de acontecimientos, etc. Garcilarso de la Vega "el inca" (hijo de un inca y de un capitán español) animó a los españoles a que aprendieran el quechua, los indios que hablan este idioma -dijo-poseen un intelecto mucho más claro y apto para la comprensión, y el idioma posee un mayor alcance y una mayor variedad de formas de expresión. Aunque los incas instalaban escuelas en los territorios que conquistaban, su enseñanza no utilizaba más textos que las cuerdas de nudos, llamadas quipu, que servían para anotar cifras y les permitían realizar una interminable serie de operaciones aritmeticas.

País/-es: Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile

Región/-es: Poblados diseminados por los Andes, en sus altos valles y sus amplias mesetas, se extienden a lo largo de 3.000 Km desde la frontera colombiana hasta el Chile central.

Territorio y características de ocupación:Cuzco a 3420 m de altura , en los Andes peruanos, era la capital inca, e incluso hoy sigue siendo el gran centro de los quechuas.

Hábitat y Recursos Naturales: En los Andes encontramos una cantidad considerable de nichos ecológicos diferenciados sobre los 2000 metros sobre el nivel del mar. Encontramos, a veces a muy corta distancia una de otra, tres zonas bien diferenciadas: el altiplano (dentro de él los subsistemas llamados puna, más alto y frio, y suni, más templado), los valles templados y los yungas.

Se llama altiplano a la planicie ( entre 3750 y 5200 m.s.n.m.) que se ubica entre las dos cordilleras andinas. Normalmente encontramos un paisaje abierto, pero con un poco de suerte, es posible hallar restos de bosques ralos y abiertos de especies nativas que, formaron parte importante del paisaje original de estas tierras. Suele ser más húmedo al norte y árido al sur. Las temperaturas medias anuales son inferiores a los 10º C, las heladas sobrepasan los 100 días al año y pueden ocurrir en cualquier mes. El balance hídrico es por lo general negativo: los cielos despejados la mayor parte del año y la altura, originan una alta evaporación. Las heladas y la amplia variabilidad térmica diaria, determinan una limitación de la variedad de productos agrícolas y, por lo general, una baja productividad.

En los valles templados encontramos temperaturas medias anuales entre 2 y 18º y corresponden a altitudes entre los 1200 y 3600 m.s.n.m. Las variaciones térmicas entre estaciones son mínimas y las heladas escasas y poco intensas. A medida que descendemos del altiplano a los valles, la actividad agrícola suele tener una mayor importancia respecto de la ganadería aunque en los valles las cabras y las ovejas ejercen una fuerte presión sobre la tierra y pueden tener problemas de subsistencia particularmente al final de la época seca. se observa una débil proporción de materia orgánica y un agotamiento progresivo de las tierras.
Los yungas se encuentran entre los 800 y 2000 m.s.n.m. las temperaturas son siempre superiores a 17º, no hay heladas ni grandes variaciones térmicas. Las pendientes y la elevada pluviosidad originan suelos lavados con la consecuente pérdida de fertilidad. La intensidad de las precipitaciones y la exuberante vegetación dificultan la actividad agrícola.
En todo el conjunto se observa que la introducción del ganado y las prácticas agrónomicas introducidas, han producido en el transcurso de unos cuantos años, un rápido deterioro del medio ambiente que limita aún más su ya de por sí escasa productividad.

Formas tradicionales de explotación y organización comunitarias: La domesticación y adaptación de plantas en la región andina demuestra que el poblador antiguo manejaba muy bien la diversidad ecológica y sus posibilidades. Cada nicho ecológico ofrece una variedad de productos agrícolas , como el caso de la papa que junto a la oca, ulluku o papalisa (tubéculos), quina y qañawa (quenopodáceas), y el tarwi (leguminosa) fueron la base de la alimentación y del desarrollo de la agricultura altiplánica. En el caso de los valles, los productos autóctonos más conocidos son: la coca, maíz, ají, camote, maní; frutas diversas como la chirimoya o el tumbo y muchos productos más.
Hoy en día los quechuas no cultivan más que una parte relativamente pequeña de la tierra que cultivaban sus antepasados, descendientes de la civilización inca, que utilizaban la técnica de regadío de la seca estepa montañosa mediante un complicado sistema de canales y terrazas. Gracias al manejo de estas tecnologías consiguió resultados espectaculares en la domesticación de esas plantas. Los logros del pasado siguen siendo perceptibles, pese a que tras la conquista española se abandonaron zonas cultivadas y se introdujeron nuevas especies vegetales y animales, la base de la alimentación en la zona andina la sigue ofreciendo, en buena medida , la producción y consumo de especies nativas.
Ya en el año 500 a de J.C. los quechuas habían domesticado la llama. El estiercol de llama se utilizaba como fertilizante y como combustible para las hogueras. Pero donde mejor se estima el valor de la llama es como animal de carga; capaces de llevar pequeños fardos a través de los largos y peligrosos senderos de la montaña, estos animales no requieren ningún cuidado especial, ellos mismos se alimentan por el camino. En el invierno se pueden ver frecuentemente grandes hileras de llamas que descienden de las altas punas a los valles cargadas de sal y patatas.
Se cree que fueron los primeros en cultivar la patata. Pero aparte de su valor inmediato, los quechuas descubrieron un sistema para conservar su contenido nutritivo, sistema que se sigue practicando en la actualidad. Exponiendo las patatas a las heladas nocturnas y luego al calor del día y pisandolas más tarde para extraerles la humedad, los indios produjeron la chuna, una comida negra y desidratada muy ligera, fácil de almacenar y que puede conservarse indefinidamente.

Artesanía: Los primeros hilados fueron con lana de llama. El proceso de elaboración fue perfeccionandose hasta conseguir las telas que han dado fama a los indios precolombinos.

Mercados: En la comunidad quechua, los intercambios se hacen siempre en un ambiente que no es meramente económico y en el que la reciprocidad juega un papel determinante. Los valores de lo intercambiado están fijados por la costumbre más que por el mercado nacional.
Las diferentes formas de circulación del trabajo y de los productos de éste forman un solo sistema fundado en el parentesco y en las expresiones culturales comunes a todo el grupo étcnico. En el intercambio cada parte cree ser la más generosa y entre los contractantes se compara más el grado de generosidad y no se calcula tanto lo que se transfiere efectivamente.
Existe un comercio tradicional que se realiza utilizando como medio de transporte a las llamas. La modalidad básica de el comercio de estos llameros es el trueque, aunque a veces interviene la moneda, pero su interés básico es obtener bienes de uso de las zonas agrícolas, prefieren cambiar los suyo por alimentos. Se relaciona con zonas agrícolas de los valles y de yungas, ellos ofrecen productos de ganadería transformados por la artesanía textil, también carne seca, sebo, cueros y en algunas oportunidades lana.
Cuando la economía tradicional de las comunidades se enfrentó a la economía de mercado, comenzó un proceso que está llevando a la desaparición a los sistemas tradicionales. En un primer momento, la economía comunal trata de adaptarse a las condiciones que se imponen desde afuera; mientras en las omunidades se comercia sólo un excedente, el efecto modificador del mercado es atenuado por las normas tradicionales de la comunidad. Sin embargo, éstas no pueden mantener por mucho tiempo esa modificación y tienden a decaer frente a la potencia del dinero y a las necesidades productivas y de consumo que genera el mercado.
Semanalmente se organiza un día de mercado donde se realiza la compra-venta de articulos de primera necesidad para la familia. Comunmente la mujer acude con una "arrobita" de su producción, la cual vende e inmediatamente va a adquirir otros productos que necesita;no guarda el dinero ni lo acumula. Sólo en época de cosecha las transaciones en la feria son mayores, en este caso suele acudir el hombre, aunque hay muchas variantes según el lugar y el producto.

Educación: La madre es el agente principal y básico para la socialización del niño. Hasta el año y medio de edad lo lleva cargado a la espalda y lo va cuadando mientras realiza sus actividades. La que colabora en el cuidado de los niños menores es normalmente la hija mayor; esta es una de las funciones específicas que debe realizar a partir de los cuatro años de edad aproximadamente. El padre dedica poco tiempo a la crianza de los hijos en esta primera etapa. Después de los cinco años el niño varón ya colabora más con el padre, entrenandose en las distintas actividades propias del hombre. En cambio en el caso de las hijas, éstas qudan siempre junto a la madre, quien sigue influyendo en su comportamiento como mujer.
Con los amigos aprenden mediante el juego las reglas sociales. En el poco tiempo que tienen de reunión juegan a ser adultos, cultivando, vendiendo y comprando productos, cuidando niños, etc. de tal manera que gran parte del juego es funcional y no de pura recreación.
Otro modo de educar son los cuentos que relacionados con las actividades y avatares de la vida cotidiana utilizan pájaros y animales para mostrar el camino hacia una vida cómoda y honorable y contienen una mezcla de moralidad y de antiguas supersticiones.
La educación que se recibe desde la escuela no contribuye a la mejor incorporación del niño en su comunidad sino a la iniciación de éste en la sociedad global dominante. Tanto la temática del curriculum, como los medios de aprendizaje (por ejemplo el uso fozado del castellano), e incluso las actitudes implícitas de la mayoría de profesores, llevan en conjunto a despreciar la cultura comunal y rural y a sobrevalorar, en cambio la vida fuera de la comunidad.

Vivienda: Cada vivienda forma un complejo habitacional bastante diversificado que va creciendo a medida que va avanzando el ciclo vital de la familia que lo ocupa. Es pequeño y limitado cuando se acaba de formar la pareja, después, durante los períodos de poca actividad agrícola en la estación seca, van surgiendo anualmente nuevas mejoras, finalmente, cuando los hijos mayores de esta familia llegan a casarse, empezará un nuevo ciclo en otra vivienda posiblemente en un terreno desmembrado del patrimonio familiar.
Las mayoria de las viviendas se construyen aprovechando los recursos del lugar: adobes, piedras o tablas en las paredes; paja totora, palma, teja o barro para el tejado. La madera se usa más en valles y yungas, y menos en el árido altiplano; por lo mismo es más fácil encontrar viviendas de dos pisos en los vallles y yungas, mientras que en partes del altiplano se encuentran aún techos de bóveda cupular o travesaños de barro enrollado (ñiq'i giru).
La vivienda se adapta al clima. Es mucho más pequeña, sin o con poquisimas ventanas y puertas diminutas en el frío altiplano. En cambio en los valles y yungas tiene mayor tamaño y ventilación, con más ventanas, escalera externa y a veces incluso porches. En lugares fríos es más probable que todos duerman en el mismo cuarto y que allí mismo se cocine para mantener más caliente el ambiente.
En casi todas las partes el complejo familiar distingue una parte habitacional para vivir, dormir y otras rutinas domésticas y otra más directamente reservada a depósitos de toda índole. En la parte habitacional se guarda la ropa y los principales artículos de consumo; hay también diversos signos religiosos; las paredes interiores están muchas veces adornadas con periódicos, almanaques, posters, etc. El mobiliario es escaso: algunas camas o mejor tarimas de adobe compartidas por varias personas, quizás una mesa y a veces alguna silla o taburete. La ropa suele colgarse en los travesaños del techo o en clavos.
No lejos de la casa están los diversos corrales de los alnimales salvo los conejos andinos (quwi) que suelen instalarse debajo de la tarima-cama.

Vida Familiar: La comunidad forma un grupo endógamo (es decir, se casan entre comunitarios), sin embargo, en la actualidad esta endogamia se debe más a las inevitables limitaciones físicas de las relaciones entre individuos que a regulaciones propiamente culturales. Además con la crciente fragmentación de comunidades cada vez resulta más difícil que las nuevas comunidades sigan siendo endógamas. Por todo ello desde siglo atrás el número de uniones intercomunitarias ha ido aumentando lentamente. Lo más corriente es que sea la mujer quien proceda de otra comunidad, pero lo contrario es también aceptado.
Hay una mayor vinculación entre los parientes, sobre todo los más cercanos. La red de parentesco funciona como un seguro para la familia en diversas necesidades, por otra parte, es uno de los factores aglutinantes de las diversas familias de la comunidad o almenos de una parte importante de ella. Cada individuo va aumentando su prestigio en la comunidad no sólo desempeñando ciertos cargos y servicios como pasnte y como autoridad, sino también rodeandose de una estela de parientes, yernos-nueras y ahijados. Rige la tendencia de no permitir uniones entre parientes tanto maternos como paternos hasta después de cuatro generaciones.
El compadrazgo es una costumbre que consiste en que una determinada familia establece un vínculo de casi parentesco con otra, a propósito de su participación específica en un rito importante. La pareja escogida pasa a ser padrino o madrina de un ahijado (personaje central del rito) y los padres de éste pasan a ser compadres con los padrinos. El compadrazgo es horizontal cuando une ritualmente a personas del mismo nivel social y vertical cuando se realiza entre individuos y familias de diferentes niveles sociales.
Existe una jerarquía de obligaciones establecida con base en el parentesco en la prestación de ayudas: los parientes inmediatos tienen más obligación de ayudarse que los lejanos y los no parientes, en la misma comunidad; entre parientes, los de nivel social inferior tienen más obligación de ayudar a sus superiores, y cada uno tiene su forma específica de ayuda; los parientes de la generación superior tienen más obligación que los los de la misma generación; los familiares del esposo tienen más obligación que los de la esposa, más facilmente procedente de otra parte; reciprocamente, es más fuerte la obligación de los esposos con los familiares del varón.

Situación de la Mujer en el interior de la Comunidad: Educar a la mujer muchos años es considerado un gasto inutil de tiempo y de dinero, pues después de su vida adulta ella apenas necesitará practicar lo allí aprndido. Además los padres consideran que, una vez entrada la pubertad, su hija corre más peligro que beneficios yendo a la escuela. Por todo eso los padres prefieren que después de las primeras letras su hija se vaya incorporando en las actividades domésticas. Por otra parte, dentro de la economía doméstica la mano de obra de los hijos sigue siendo importante para una serie de rutinas (por ejemplo el cuidado de los animales). Ya que la escuela ahora recorta este aporte, la familia busca recuperar siquiera a las hijas mayores para esas tareas indispendables.

Cosmología: Los seres humanos viven en "este mundo" (kay pacha) y están permanentemente expuestos a las fuerzas de dos mundos en parte contra puestos , en parte complementarios. Estos son el janaq pacha (mundo de arriba/lejano) y el ukhu pacha (mundo de abajo/adentro). Ambos mundos están llenos de seres vivos y poderosos que influyen sobre todos nosotros, exigiendo nuestra colaboración y, a cambio, brindándonos sus bienes y poderes; o - caso de no tenerlos en cuenta- enviándonos sus amenazas para que cumplamos con ellos. La idea central es que se debe mantener una situación de equilibrio y reciprocidad con todos ellos y, a la vez, garantizar este equilibrio entre los dos mundos. Por otra parte cada uno de ellos tiene su propia especifidad: el de arriba está más ligado al orden establecido; el de abajo, menos previsible, tiene que ver más con el poder generador de nueva vida.
Todos los habitantes del mundo de abajo tienen como característica común su fuerza y su hambre, con lo que se originan grandes bienes y grandes catástrofes, la fortuna y la miseria de los hombres. De ahí que atenderlos bien, darles de comer con ofrendas generosas y tratarlos con deferencia sea importante para la conservación de la salud o para la fortuna en la producción. No se pierde del todo una connotación ética en la manera en que debemos relacionarnos con esos seres: si no cumplimos nuestras obligaciones básicas con los demás, es más probable que lleguen calamidades. Pero lo más central es que les atendamos en su hambre para que así, agradecidos, usen su poder de manera beneficiosa para nosotros. El celebrante ordinario para esta relación con el mundo de abajo es el yatiri, en especial el que se llama ch'amakani "el dueño de la oscuridad".
Durante la ch'alla (libación), cuando invitan a tomar a todas las divinidades, y mientras van derramando gota a gota el trago por el suelo, los pueblos quechuas recorren nombre por nombre todos los lugares de su territorio y los insertan en un espacio más vasto y lleno de fuerzas, mediante la recitación casi interminable de cada lugar, cada recoveco donde se reconoce un poder especial. No es una simple enumeración del espacio, sino que van llamando a estos lugares para que desempeñen cada uno su función propia.
Entre los seres del mundo de abajo ocupan también un lugar muy importante los muertos, los achachila o machula (abuelos o antepasados) son los protectores de al comunidad y de la región y algunos de ellos tienen poderes especiales sobre las nubes, los vientos, la luvia, la helada o el granizo, fenómenos vinculados a la agricultura y se asocian a determinados cerros del contorno cercano o lejano; las awicha (abuelas(, en cambio, están más asociadas a las cuevas y quebradas y con las enfermedades, aunque el espíritu protector de cada hogar recibe también este nombre.
La
pachamama es una de las divinidades andinas más citadas, incluso fuera del campo, pero también una de las más difíciles de definir. Su nombre suele traducirse como "Madre Tierra" pero en realidad su personalidad es mucho más compleja. se la asocia siempre con la fertilidad agrícola. Desde esta perspectiva tiene relación con los otros espíritus multiplicadores de los animales (illa) y de las plantas (ispalla) e incluso del mineral (mama). También se la considera un espíritu tutelar y se dice que cada comunidad, cada sayaña y hasta cada chacra y cada casa concreta tiene su pachamama protectora; pero al mismo tiempo la Pachamama es también universal y está en cualquier parte. Por todo lo dicho hasta aquí se comprende que muchos consideren que ella es el principal espíritu de este mundo.
Entre las muchas expresiones religiosas y cosmológicas dentro de la vida cotidiana del hombre andino sobresale la fiesta. Por su número, por la riqueza de sus significados simbólicos, por su poder de convocatoria y por el climax que puede generar, la fiesta es un momento fundamental en la vida de los individuos y de las comunidades. A lo largo del ciclo vital y del ciclo anual las fiestas, por definición eventos sociales, van marcando y dando sentido a los acontecimientos más importantes en la vida del individuo y la familia y a las rutinas de la vida comunal. Las celebraciones directamente dirigidas al mundo de arriba se ajustan más al orden anual del calendario y a momentos previsibles del ciclo agrícola; son más públicas y sociales pero son también las que más subrayan la subordinación a la clase dominante. Las directamente dirigidas al mundo de abajo, aunque ligadas tambien a veces al calendario (por ejemplo, los martes, el Carnaval o principios de agosto), dependen más de eventos estraordinarios imprevisibles, como una enfermedad, una sequía, un rayo o los accidentes en una construcción o una mina;son celebraciones más intimas, a veces casi calndestinas, aunque pueden alcanzar también el nivel comunal.
La abundancia de comida y, sobretodo de bebida juega un papel importante en estas celebraciones. Subraya ante todo el caracter a la vez social y ritual de la celebración festiva, que parte de invitaciones e intercambios de generosidad en un contexto global de reciprocidad. Pero además la fiesta es una celebración que pone en actividad todos los resortes sensoriales: comida y bebida hasta la plenitud de la embriaguez, coca y cigarro, músicay canto, danza y disfraces, velas, incienso y olor a humo, el sentido de multitud, el estruendo de cohetillos y dinamitazos... todo contribuye a acrecentar el ambiente de euforia y hasta éxtasis. De esta manera la diesta constituye el lugar y el momento por excelencia de comunión social y encuentro sagrado con esos seres de otros mundos que determinan el destino y el sentido de este mundo donde moran los humanos.

Salud y Medicina Tradicional: Para el quechua el origen de muchas enfermedades es misterioso, por tanto para diagnosticarlas y curarlas deberá recurrir simultaneamente a explicaciones y remedios de tipo cósmico ancestral -incluyendo una rica tradición en el manejo de la farmacopea andina-, a los conceptos médicos que trajo la Colonia, y a los de la ciencia moderna. El campesino que disminuye riesgos agrícolas sembrando muchas especies en muchos lugares y tiempos distintos, actúa con esta misma racionalidad ante la enfermedad.
La concepción autóctona no distingue entre enfermedades-curaciones de tipo mágico y otras de tipo natural, es mucho más unitaria, como un sistema de relaciones entre el cuerpo, sus varias almas, la sociedad y el cosmos lleno de seres tan vivos y reales como nosotros, como partes inseparables que componen un todo armónico. La medicina andina asume una ideología globalizadora de cuerpo y espíritu, persona, sociedad y cosmos; posee curas naturales, cuidados personales y remedios rituales que facilitan la respuesta adecuada del enfermo andino.
El especialista para el diagnóstico y la curación de todo tipo de desorden físico-psíquico-cosmico (incluidas las enfermedades) es el yatiri (el que sabe), su especialización puede incluir procesos de aprendizaje pero en última instancia es de orden sobrenatural, por haber sido tocado por el rayo o haber recibido poderes superiores ya desde el nacimiento. Es a la vez médico, adivino y sacerdote. Domina los recursos rituales, aunque conoce también los naturales. Dentro de estos el jampiri o qulliri (el que cura) está especializado en enfermedades y tiene un amplio conocimiento de las plantas y otros recursos naturales medicinales.

Formas de organización política y religiosa: Las comunidades tradicionales quechuas reciben el nombre de ayllu, palabra que no solamente alude al territorio de enclave del poblado, sino que también se refiere al grupo emparentado por relaciones de sangren. La comunidad en sí misma no es una unidad de producción, es un territorio compartido por un número de familias que produce de manera individual; sin embargo existen mecanismos institucionalizados que regulan y facilitan la constitución de grupos de cooperación y que norman las reglas de comportamiento entre sus integrantes, las obligaciones que cada uno tiene con los otros y la distribución de tareas. Entre estos mecanismos se pueden distinguir los que prescriben trabajos comunales colectivos (phayna, jayma, umaraga, chuqu y otras más) y aquellos que aseguran la reciprocidad entre familias (yanapa, ayni, mink'a, waki y otras más).
Cuando un individuo se casa y hereda tierras comunales llega a la categoría de persona, propiamente dicha (runa en quechua) y pasa casi automaticamente a ser comunitario con todos sus derechos y obligaciones. En todos los casos el criterio para ser miembro pleno de la comunidad es tener tierras.
Entre las obligaciones de todo comunitario están: prestar sus servicios en los trabajos comunales; aportar fondos regularmente a la comunidad; asistir a la asamblea; pasar los cargos públicos -políticos y religiosos- que la comunidad tiene establecidos; etc. si el jefe de la familia está imposibilitado de asistir, puede hacerlo otro de la familia. En este sentido el miembro y/o el titular de los cargos no es tanto el individuo sino la unidad familiar a la que representa el jefe de familia. Sus derechos son: usufructuar una o más parcelas del área agrícola con su respectiva dotación de agua (si la hay); tener acceso a los demás recursos comunales (pastizales, maddera, material de construcción, etc.); ser nombrado autoridad; intervenir en la toma de decisiones de los asuntos comunales a través de la asamblea; participar en las fiestas; ser atendido por las autoridades locales en sus demandas y emergencias; etc.
La asamblea comunal es la máxima instancia de autoridad y eje de la vida comunitaria. Su potestad se extiende desde el dominio económico de los recursos comunales hasta todas las manifestaciones sociales. Es el centro del poder de la comunidad. Es convocada y presidida por la principal autoridad comunal, nombrada periódicamente en una asamblea.
Normalmente las decisiones pasan por el tamiz de una o variaas asambleas comunitarias en que participan activamente los hombres jefes de familia; en forma menos visible, pasan además por el tamiz de cada hogar donde marido y mujer tienen consultas sobre el asunto antes de llegar a una decisión firme en la asamblea. La mujer sólo asiste a la asamblea si es viuda o si el marido está ausente, a menos que se trate de un tema que le incumba muy directamente. Estas asambleas son un foro de expresión y proceso colectivo de decisiones que sorprende al forastero por su grado de participación y por su sentido de respeto democrático. Los acuerdos se tomas después de largas discusiones entre los participantes y éstos se retiran a sus casas habiendo conciliado intereses. Se busca el consenso, más que una decisión por sólo mayoría.